1. LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOS

“Sólo se ve bien con el corazón”, como nos enseñó El Principito. En C3 creemos que la verdadera conexión con nuestros hijos nace desde el corazón, donde las palabras no siempre son necesarias.

2. QUEREMOS TIEMPO NO APURADO

“Tiempo de jugar, que es el mejor”. María Elena Walsh nos enseña que la infancia no se mide en relojes, sino en momentos compartidos. Aquí, la prisa no tiene lugar; disfrutemos del ahora.

3. ACEPTAMOS TODAS, TODAS NUESTRAS EMOCIONES

“Cada emoción tiene un color, y cuando las conocemos, nos hacemos más fuertes” nos dice Anna Llenas. No ocultemos lo que sentimos, sino aprendamos a abrazar nuestras emociones y las de nuestros hijos, sin miedo.

4. FOMENTAMOS LA CURIOSIDAD Y LA IMAGINACIÓN

“Puedo ser lo que quiera: capitán, astronauta o un tigre con mochila” exclama Liniers. Dejemos que los chicos sueñen y exploren, porque en la imaginación, el límite no existe.

5. FORTALECEMOS LOS VÍNCULOS

“Las emociones son el hilo invisible que nos conecta”, dice Anna Llenás. En C3 creemos que fortalecer el vínculo con nuestros hijos y entre nosotros es clave para una crianza consciente y plena.

6. JUGAMOS MÁS, CORREGIMOS MENOS

“Las preguntas son más importantes que las respuestas”. La entrañable, Enriqueta de Liniers nos inspira a que dejemos de buscar la perfección y abracemos la curiosidad. A través del juego, construimos puentes y descubrimos mundos nuevos.

7. NO APURAMOS SUS PASOS

“Los grandes nunca entienden nada por sí solos”, dice El Principito. En C3 respetamos los tiempos de cada niño, porque su crecimiento no puede ser apresurado. No queremos que parezcan adultos en miniatura; celebremos que son niños. Tienen toda la vida por delante para ser grandes.

8. DESCONECTAMOS PARA RE-CONECTAR

Como diría Liniers: “Hay que apagar para prender”. Desconectémonos de las pantallas para encender la chispa de la conexión real, la que se nutre de miradas, palabras, abrazos y risas.

9. ABRAZAMOS NUESTROS MONSTRUOS

Como dice Anna Llenas: “Todos tenemos monstruos, grandes o pequeños”. En C3, entendemos que la crianza está llena de miedos, contradicciones y ambivalencias. No los escondamos; abracémoslos con amor y paciencia. Aprendamos juntos a enfrentar nuestros desafíos y a encontrar la calma en medio de la incertidumbre.

10. CELEBRAMOS LO SIMPLE Y LO DIVERSO

“En este mundo de cuadrados y redondos, todos tienen su lugar” dijo María Elena Walsh. Cada niño y cada familia trae un color diferente al lienzo de la vida, y en C3 celebramos esa diversidad como un tesoro.

11. ENCONTRAMOS EL EQUILIBRIO ENTRE EL DESORDEN Y LA PAZ

“La vida no siempre está ordenada como queremos, y está bien” afirma Anna Llenas. En C3 aprendemos a fluir con el caos, encontrando paz en medio del desorden de la crianza.

12. CULTIVAMOS EL ASOMBRO

“¡Como siempre: lo urgente no deja tiempo para lo importante!”, reflexiona Mafalda. En C3 creemos que lo importante es acompañar a los niños a descubrir el mundo permitiéndoles hacer preguntas y asombrarse cada día con lo que les rodea.

13. CONVIDAMOS NATURALEZA

“Con esta moneda me voy a comprar un ramo de cielo y un metro de mar, un pico de estrella, un sol de verdad, un kilo de viento, y nada más”, canta María Elena Walsh. En C3, les enseñamos a conectar, admirar y celebrar la magia de la naturaleza.

14. DISFRUTAMOS LOS PEQUEÑOS MOMENTOS

“A veces, las cosas más simples son las que más nos llenan”. Compartir un dibujo, una carcajada, un abrazo inesperado. Eso es lo que queda.

15. NO SEAMOS PERFECTOS, SEAMOS AUTÉNTICOS

Para Anna Llenas: “El valor está en mostrarnos tal como somos, con nuestras luces y sombras”. En C3 no buscamos ser padres perfectos, sino auténticos y amorosos, incluso en los días difíciles.

16. CELEBRAMOS LA INOCENCIA Y LA ESPERANZA

Como diría Charlie Brown, “Quizás no podemos cambiar el mundo, pero podemos cambiar el mundo de un niño”. En C3, creemos que cada gesto de amor y cada acto de paciencia tiene el poder de iluminar y transformar el mundo de nuestros hijos.

17. VIVIMOS EL UBUNTU EN NUESTRA COMUNIDAD

En C3, vivimos el espíritu de Ubuntu: “Yo soy porque nosotros somos”. Somos una tribu que se apoya, se cuida y aprende junta, sabiendo que para criar hace falta una aldea. Creemos que la crianza no es un camino solitario, sino una experiencia compartida que nos enriquece a todos. Juntos, creamos lazos que nos fortalecen y un espacio de amor y aprendizaje, donde lo que hacemos por uno, lo hacemos por todos.

Así vivimos C3